Sociedades de la información

Vivimos en un mundo lleno de datos, frases e íconos. La percepción que tenemos de nosotros ha cambiado por que se ha modificado la apreciación que tenemos de nuestro entorno. Ya no nos limitamos a nuestro vecindario o la ciudad en donde vivimos; sino, ahora nuestros horizontes son universales.

Esto no significa que estemos pendientes de todo lo que sucede en todo el mundo. Lo que pasa es que entre los numerosos mensajes que recibimos todos los días, muchos de ellos provienen de latitudes tan lejanas y a veces no podemos identificar con exactitud la procedencia de la información.

Características de la Sociedad de la Información

  1. Exuberancia.. Disponemos de una amplia y diversa cantidad de datos. Se trata de un volumen de información tan profuso que es por sí mismo parte del escenario en donde nos desenvolvemos todos los días.
  2. Omnipresencia. Los nuevos instrumentos de información los encontramos por todos los lados, forman parte del escenario público y también de nuestra vida privada. Nuestros abuelos fueron contemporáneos del surgimiento de la radio, se asombraron con las primeras transmisiones de hechos internacionales y tenían que esperar varios meses a que les llegara una carta del extranjero; para viajar de Barcelona a Nueva York lo más apropiado era tomar un buque que tardaría en llegar varias semanas. La generación siguiente creció y conformó su cultura al lado de la televisión, que durante sus primeros inicios era sólo en blanco y negro, se enteró con asombro y agrado de los primeros viajes espaciales. Los jóvenes de hoy nacieron cuando la difusión de señales televisivas por satélite ya era una realidad, no se asombran con la Internet porque han crecido junto a ella frecuentan espacios de chat, emplean el correo electrónico y manejan programas de navegación en la red de redes de una forma innata.
  3. Irradiación. La Sociedad de la Información también se distingue por la distancia que alcanza el intercambio de mensajes. Las barreras geográficas ya no son importantes. Ya no tenemos que esperar varios meses para que recibamos una carta de otro país. Hoy en día basta con enviar un correo electrónico para ponernos en contacto con alguien que conocemos.
  4. Velocidad. La comunicación se ha vuelto instantánea. Ya no se necesita esperar varios días para recibir la respuesta del destinatario de un mensaje nuestro e incluso existen mecanismos para entablar comunicación simultánea a precios mucho más bajos que los de la telefonía tradicional.
  5. Multilateralidad / Centralidad. Las capacidades técnicas de la comunicación contemporánea permiten que recibamos información de todos los lugares, aunque lo más común es que la mayor parte de la información que circula provenga de unos cuantos sitios. Existe una tendencia en la Internet en donde las páginas más visitadas son de origen estadounidense y el país con más usuarios de la red de redes sigue siendo Estados Unidos.
  6. Interactividad / Unilateralidad. A diferencia de la comunicación convencional los nuevos instrumentos para propagar información permiten que los usuarios no sean sólo consumidores, sino también productores de sus propios mensajes. En la Internet podemos conocer contenidos de todo tipo de información y también podemos contribuir a incrementar la información disponible en la red de redes. Sin embargo esta capacidad sigue siendo poco utilizada. La mayoría de los usuarios son consumidores pasivos de los contenidos que ya existen en la Internet.
  7. Desigualdad. La Internet no resuelve por sí sola los problemas del mundo. De hecho, ha sido inevitable que reproduzca algunas de las desigualdades más notables que hay en nuestros países. Mientras los países más industrializadas extienden el acceso a la red de redes a la mayoría de sus ciudadanos, en los países pobres la Internet sigue siendo ajena a la población.
  8. Heterogeneidad. En la Internet se duplican actitudes, opiniones, pensamientos y circunstancias que se encuentran en nuestras sociedades. Si en estas sociedades hay creatividad, inteligencia y arte, esto se reflejará en los nuevos espacios de la Sociedad de la Información. Pero de la misma manera, puesto que en nuestras sociedades también tenemos prejuicios, abusos, insolencias y crímenes, también estas actitudes se reflejarán en los medios de información.
  9. Desorientación. La enorme y creciente cantidad de información no es necesariamente fuente de enriquecimiento cultural, sino a veces de aturdimiento personal y colectivo. El empleo de los nuevos medios requiere de destrezas que van más allá de la habilidad para abrir un programa o poner en marcha un equipo de cómputo. Se necesitan aprendizajes específicos para elegir entre aquello que nos resulta útil y de lo que podemos prescindir.
  10. Ciudadanía pasiva. La abundancia de mensajes, la preponderancia de los contenidos de carácter comercial propagados por grandes consorcios mediáticos y la ausencia de capacitación sobre estos temas, suelen unirse para que en la Sociedad de la Información el consumo prevalezca sobre la creatividad y el intercambio mercantil sea más frecuente que el intercambio de conocimientos.