Dermatitis por ácaros de origen animal

Etiología

Aparte del ácaro de la sarna sarcóptica y de las garrapatas, hay otros ácaros parásitos que pueden infestar la piel del hombre y causar una dermatitis pasajera. Estos parásitos pertenecen a las familias Cheyletiellidae, Dermanyssidae y Macronyssidae.

En la familia Cheyletiellidae, el género Cheyletiella es el más importante. Se trata de ectoparásitos obligados de lagomorfos, perros, gatos, animales silvestres y del hombre. Las especies que se transmiten al hombre son C. parasitovorax del conejo, C. yasguri del perro y C.blakei del gato.Estos ácaros son blanco grisáceos, miden aproximadamente 0,4 x 0,3 mm y se caracterizan por tener en cada palpo una garra dirigida hacia las piezas bucales, y por sus patas que terminan en una doble hilera de pelos en vez de ventosas.
El ciclo vital se desarrolla en su totalidad sobre el huésped y se completa en
unos 35 días. Las hembras adhieren sus huevos en el pelo. Las larvas se desarrollan dentro del huevo y luego pasan por dos estadios ninfales para llegar a ser adultas. Se alimentan de las células queratinizadas de la piel y solo ocasionalmente succionan la linfa. La hembra adulta y los huevos pueden sobrevivir hasta 10 días fuera del cuerpo del huésped en un lugar fresco, pero las larvas, las ninfas y los machos adultos son poco resistentes y mueren en unos dos días en el medio exterior. Por su aspecto y movilidad se los denomina comúnmente “caspa caminante”.

La familia Dermanyssidae comprende ácaros hematófagos ectoparásitos de aves
y mamíferos, de unos 0,8 a 1,0 mm de largo, blanco grisáceos cuando están en
ayuno y rojizos cuando están saciados. Las especies más conocidas son Dermanyssus
gallinae de las gallinas, pavos, palomas, canarios y aves silvestres, y Liponyssoides
sanguineus de los roedores pequeños. D. gallinae vive en el nido de las gallinas donde la hembra pone los huevos. Los huevos pueden eclosionar en 2 a 3 días y liberar una larva de seis patas que pasa por dos estadios ninfales para llegar a adulta. Los adultos pueden vivir hasta 34 semanas sin comer, por lo que su eliminación espontánea es difícil.

La familia Macronyssidae comprende ectoparásitos hematófagos de aves, mamíferos
y reptiles. Las especies con potencial zoonótico son: Ornithonyssus bacoti de
los roedores y marsupiales pequeños, y O. bursa y O. sylviarum de las aves. O. bacoti pone los huevos en las madrigueras o nidos de los roedores. En condiciones ideales puede completar su ciclo vital en solo 11 a 16 días: de huevo a larva, dos estadios ninfales y llegar al estadio adulto. O. bursa infesta gallinas, pavos, palomas, gorriones y otras aves. Vive mayormente en los nidos de las aves, donde desarrolla su ciclo vital. No sobrevive más de 10 días en ausencia de su huésped natural.

La enfermedad en el hombre

La infestación humana por Cheyletiella spp. se produce por contacto estrecho con animales infestados. La enfermedad consiste en una dermatitis inespecífica, papular y pruriginosa sobre brazos, tórax, cintura y muslos. La infestación humana es transitoria y desaparece en forma espontánea cuando se trata a los animales reservorios.

La picadura de D. gallinae es dolorosa y la infestación suele causar una urticaria papular y pruriginosa. La infestación por L. sanguineus es similar, pero el ácaro puede transmitir también Rickettsia akari, el agente de la rickettsiosis vesiculosa del hombre.

O. bacoti produce una condición similar con picaduras dolorosas y, a veces, una dermatitis alérgica.

O. sylviarum ataca al hombre en ausencia de sus huéspedes naturales;
algunas veces causa una irritación inmediata y luego eritema, edema y prurito.

Fuente de infección

El hombre es un huésped accidental. Estos ácaros no colonizan
la piel humana permanentemente y su permanencia sobre ella es corta. El hombre se
infesta por Cheyletiella spp. por el contacto estrecho con gatos, perros o conejos portadores de los ácaros. La infestación generalmente se produce por manipulación de animales infestados, pero también puede producirse en forma indirecta porque las hembras sobreviven fuera del cuerpo animal por unos 10 días.

D. gallinae y los otros ácaros de las aves también infestan al hombre por contacto o manipulación de aves infestadas. En el caso de D.sylvarum, los ácaros abundan en los huevos de las aves y su manipulación es a menudo una causa de infestación. Tanto los ácaros de las aves como los de los roedores pueden invadir las habitaciones humanas simplemente por la proximidad de los nidos de los animales en los techos, subterráneos, entrepisos o vecindades de la vivienda.

Diagnóstico


En ausencia del parásito o de antecedentes epidemiológicos, el diagnóstico
de la infestación en el hombre es muy difícil porque la condición puede confundirse
con pediculosis, sarna o pulicosis. Solo el hallazgo del artrópodo que causa la lesión permite el diagnóstico de certeza..
Los dermatólogos recomiendan que se consideren los ácaros zoonóticos para el
diagnóstico diferencial de cualquier erupción cutánea de etiología no explicada

Control

Para prevenir la infestación humana por Cheyletiella, se debe tratar con
acaricidas adecuados a las mascotas sospechosas de estar infestadas. En los casos de infestaciones intensas, es necesario aspirar el polvo de las habitaciones y nidos de las mascotas y pulverizar acaricidas en los lugares preferidos de las mascotas. Para evitar las infestaciones con ácaros de los roedores o las aves, se debe evitar el contacto con esos animales. En casos de visitas a zonas rurales, se pueden vestir ropas bien cerradas o
usar repelentes..

Insectos, artrópodos y ofidios venenosos

Los artrópodos son invertebrados que tienen un exoesqueleto de quitina (polímero de N-acetilglucosamina) y patas articuladas móviles. Este esqueleto externo les sirve como protección contra las agresiones del medio, como pueden ser la sequedad y el exceso de calor y contra sus enemigos. También les proporciona la resistencia necesaria para una movilidad rápida y precisa.

Los artrópodos poseen apéndices articulados que emplean para desplazarse, respirar y alimentarse. En la cabeza tienen los principales órganos sensores y aquellos que emplean para la ingestión de alimentos.

Aproximadamente se conoce un millón de especies de artrópodos. El hábitat de los artrópodos son: en los charcos, en los ríos, en los lagos, en los mares, en el desierto, en la montaña, en el polo, en las copas de los árboles, bajo tierra, etc.

Los artrópodos se clasifican en quelicerados y mandibulados. Los quelicerados son los menos evolucionados y se caracterizan por poseer quelíceros, son los arácnidos. Los mandibulados son los artrópodos más evolucionados, poseen mandíbulas en vez de quelíceros y se dividen en miriápodos, crustáceos e insectos.

Los insectos comprenden el grupo de animales más diverso de la Tierra, alrededors de 950.000 especies descritas, lo que representarían más del 90% de las formas de vida del planeta.

Los insectos pueden encontrarse en casi todos los ambientes del planeta, aunque sólo un pequeño número de especies se ha adaptado a la vida en los océanos. Hay aproximadamente 5.000 especies de odonatos (libélulas), 20.000 de ortópteros (saltamontes, grillos), 120.000 de lepidópteros(mariposas y polillas), 120.000 de dípteros(moscas y mosquitos), 82.000 de hemípteros(chinches, pulgones, cigarras), 350.000 de coleópteros (escarabajos, mariquitas), y 110.000 de himenópteros (abejas, avispas, hormigas).

Los insectos tienen el cuerpo dividido en:
  • Cabeza: donde se sitúan los órganos de los sentidos como las antenas,los ojos y la boca, que les proporciona tanto el sentido del gusto como les permite triturar la comida.
  • Tórax: formado por 3 segmentos, es el lugar donde se implantan las patas (3 pares) y las alas (2 pares aunque no siempre tienen).
  • Abdomen: formado por 11 segmentos, en él se sitúan el aparato digestivo, excretor y reproductor y los espiráculos por donde el aire llega hasta el aparato respiratorio.
Los ofidios pertenecen a la orden de reptiles de la subclase de diápsidos, sin patas ni esqueleto escapular, carecen de esternón y paladar, tienen movimientos libres que les permite abrir la boca para engullir a sus víctimas. El cuerpo es alargado y revestido de piel escamosa

Sólo poseen oído interno, la lengua es bífida y los párpados están soldados y son transparentes, a lo que deben la fijeza de su mirada.

El pulmón izquierdo está reducido; poseen dientes cónicos y finos, algunos de los cuales están acanalados o poseen un conducto interior para expulsar el veneno segregado por dos glándulas situadas a los lados de la cabeza, y que inyectan al morder.

Debido a la forma de ingerir sus presas, la deglución y la digestión son relativamente lentas.

Hay unas 2.000 especies, la mayoria de estos de los mares tropicales y subtropicales.

Se agrupan en una veintena de familias, de las que las más importantes son las de los vipéridos, crotálidos, elápidos, boidos, pitónidos y colúbridos.